NEGOCIACIÓN COLECTIVA

AHORA MADRID ASUME LA POLÍTICA DEL PP

La pasividad en estos cuatro años de gobierno del equipo de Manuela Carmena hacia las condiciones laborales de los trabajadorxs municipales demuestra, por la vía de los hechos, el escaso interés y la nula empatía de Ahora Madrid por mejorar la vida de sus trabajadorxs.

Esta situación ha llevado a una falta de propuestas y objetivos, con la consiguiente improvisación. Y lo que es más grave, delegando su responsabilidad política en los altos cargos del ayuntamiento, funcionarios de alto rango, ideológicamente contaminados por años de trabajo en el entramado funcionarial heredado del franquismo, lo que ha supuesto un encorsetamiento del desarrollo de cualquier política verdaderamente progresista.

Como consecuencia de ello, la ruta marcada por los técnicos municipales no es más que una continuidad de la política de personal del PP, claramente encaminada a allanar el terreno de la privatización de servicios y al fortalecimiento de los grupos y niveles más altos.

Como siempre, con la llegada del final de la legislatura, llegan las prisas. Ahora Madrid, copiando las estrategias electoralistas de los partidos del régimen, configura un plan para, en tres meses, y a modo de campaña electoral, sacar una serie de acuerdos para intentar recuperar los votos que han ido perdiendo durante estos cuatro años.

El problema es que ,como dice el refrán, “las prisas no son buenas”. Lo que podría haber sido una buena oportunidad para los trabajadorxs, Ahora Madrid lo ha convertido en una chapuza sin precedentes, que está generando el efecto contrario al que buscan: desilusión y desconfianza hacia las fuerzas del cambio.

La negociación por sectores, el abandono de los trabajadorxs con menos recursos y peores condiciones, la continuidad con la política de privatizaciones y de recortes en plantilla, el reparto de puestos y cargos, etc…, alejan a un amplio sector de trabajadores de Ahora Madrid, y por consiguiente de PODEMOS.

No se puede asumir que todo acuerdo lleva consigo una pérdida de derechos. Con un gobierno teóricamente de izquierdas, la situación no es aceptable desde el punto de vista sindical ni desde el político. Se imponen cambios en las relaciones laborales, de consolidación de empleo, de cambios de normas. Por el momento, en todos los acuerdos se introducen recortes, casualmente hacia las categorías peor retribuidas.

 

NO A LA VENTA DE DERECHOS

APROBACIÓN DE TODOS LOS ACUERDOS EN ASAMBLEA

 

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