COMITÉ DE EMPRESA Y REPRESENTACIÓN SINDICAL

En su momento, los sindicatos subvencionados aprovecharon la negociación del Estatuto del Empleado Público para ajustar la negociación a sus propias necesidades burocráticas. Si es verdad que en el ámbito del funcionariado se escribía en papel lo que ya era un hecho en el ámbito de la negociación en las administraciones, la existencia de la negociación colectiva.

De esa forma se regulaba lo que ya era un hecho conquistado con la movilización,  las administraciones se tienen que reunir con los sindicatos subvencionados antes de la aprobación de los acuerdo convenio, eso sí, sin la obligatoriedad de llegar a ningún tipo de acuerdo. Ya en aquel momento se generó discrepancias en el seno de los sindicatos por este motivo, y especialmente por la perdida de capacidad negociadora en el ámbito de laborales, en la que hasta aquel momento era necesaria por ley la aprobación de los convenios por parte del Comité de Empresa (cuestión esta que sigue existiendo pero se bordea de forma torticera con el consentimiento de los sindicatos).

En este nuevo modelo de negociación los sindicatos subvencionados se garantizaban una buena parte de los recursos económicos, de gestión de la formación, liberados institucionales (hasta ese momento eran acuerdos puntuales), y lo que para las burocracias sindicales supuso el control absoluto de la negociación, la presencia en cualquier mesa de cualquier administración, organismo, o empresa pública, tuvieran o no representación.

A cambio se dejaron la mayoría de las reivindicaciones históricas que se llevaban años reivindicando para la modernización y democratización de las administraciones y la muerte de los Comités de Empresa, que a pesar de seguir contando con una clara facultad de negociación y representación de los trabajadores en el ámbito de cada empresa, las secciones sindicales de cada empresa u organismo público, han ido conscientemente y con absoluta complicidad vaciando de contenido.

En estos momentos quienes tienen la facultad de firmar o no un acuerdo, ha sido usurpada por las cúpulas sindicales a nivel de federación o región, en detrimento de los representantes que han sido elegidos por y entre las trabajadoras y trabajadores. Con ello se da la paradoja de que quienes tienen la representación para firmar o no un acuerdo – convenio, no son elegidos por los trabajadores y no tienen ni porqué ser de la empresa o administración.

Si esto lo situamos en un contesto en el que los sindicatos subvencionados están teniendo una continua perdida de afiliación, dependen al 90% de la gestión y cobro de la formación, de las subvenciones, de los liberados/as institucionales, etc., es fácil deducir la debilidad de estos sindicatos de cara a la negociación y entender que se conviertan en títeres de las distintas corporaciones.

Al igual que los partidos fascistas que exige la supresión de las autonomías e irónicamente se presentan a elecciones autonómicas y viven de las subvenciones, hay sindicatos que se presentan a las elecciones sindicales para luego vaciar de funciones y boicotear la capacidad de negociación del Comité de Empresa.

El resultado es obvio, los trabajadores votan y eligen a delegados que nunca participarán en la negociación, ni se les tendrá en cuenta su opinión como miembros del Comité de Empresa, ni como representantes en las Juntas de Personal de funcionarios.

Pero esta situación no es baladí, por el contrario es un aspecto muy importante, porque ni la corporación, ni ningún empresario quiere que exista una vinculación directa entre los trabajadores y los representantes de los trabajadores en las mesas. El enemigo prefiere sindicatos que comen de su mano, sindicatos que su existencia depende de sus subvenciones, liberados, etc. Por ello desde COBAS apostamos por una organización con total independencia económica de los poderes del estado y de las empresas, no porque nos consideremos más puros ni mejores que nadie, es una cuestión táctica y política.

Por todo ello hemos decidido presentarnos a las elecciones a Comité de Empresa, porque aun siendo conscientes de sus carencias y limitaciones legales, es mucho mas democrático y permite una conexión mayo entre los trabajadores/as y sus representantes, que el modelo de negociación impuesto por las cúpulas.

Pero como venimos repitiendo una y otra vez, la experiencia nos muestra el camino, no hay norma ni ley que no se pueda cambiar con la movilización de las trabajadoras y trabajadores.  Porque con un Comité de Empresa fuerte, y dispuesto a movilizarse la negociación será devuelta al ámbito que corresponde, serán los representantes de los trabajadores y no organizaciones totalmente despegadas de los centros de trabajo, las que llevarán nuestras reivindicaciones a la práctica.

TRABAJADORES Y TRABAJADORAS MUNICIPALES,  ESTAMOS CONSTRUYENDO NUESTRA ALTERNATIVA, LIBRE DE ATADURAS CON LA CORPORACIÓN

POR UN COMITÉ DE EMPRESA Y JUNTAS DE PERSONAL REPRESENTATIVAS

HACEMOS UN LLAMAMIENTO A TODAS LAS SECCIONES SINDICALES PARA HACER UN FRENTE COMÚN BASADO EN LA LUCHA, EL EMPLEO, LA REMUNICIPALIZACIÓN Y REVITALIZAR EL COMITÉ DE EMPRESA Y JUNTAS DE PERSONAL COMO ORGANO DE REPRESENTACIÓN DE LOS TRABAJADORES

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